Opinión: Transformación Digital
|Mucho se habla de la era del conocimiento, la economía digital y de que estamos en la cuarta revolución industrial, dominada por las tecnologías de la información, la movilidad, internet de las cosas y lo que se ha llamado big data.
Por Diego González, gerente general de Defontana
Cuando el 90% de la población en Chile cuenta con un Smartphone y está ultra conectado, no podemos dejar de pensar en que sí, es cierto, estamos en una revolución que está cambiando la forma de hacer, de producir, de trabajar, de interactuar y de vivir. No obstante, aún estamos en una etapa de transformación, es decir, de reinvención, en la cual todavía tenemos grandes desafíos para pasar definitivamente a lo digital.
Si bien es cierto, gran parte de los procesos en los diversos sectores productivos y de servicios ya se encuentran tecnologizados, muchos de ellos en la nube y digitalizados, sobre todo en la gran empresa, no es desconocido que todavía quedan muchos sectores rezagados, por diversos motivos, como es el caso del ámbito público y de las pymes.
Estas últimas, por el gran impacto que tienen en la economía del país, debieran estar a la vanguardia en el buen uso de las tecnologías de la información, liderando la transformación digital. Sin embargo, el desconocimiento, la falta de recursos y de apoyo en el acceso a la optimización y mejoramiento de sus procesos es una realidad que, pese a los esfuerzos, sigue siendo un tremendo desafío.
Por lo mismo, no es suficiente para una pyme saber de los beneficios que puede tener su negocio si su gestión es rápida, eficiente y en línea, apoyada con sistemas y tecnología de punta. Tampoco, recordar que grandes y reconocidos han quebrado y desaparecido por no innovar y adecuarse a los nuevos tiempos, como es el caso de empresas como Polaroid, Kodak, Blockbuster o Feria del Disco.
La pyme también requiere de subsidios a la mano, fáciles de conocer y de acceder. También, de nuevos servicios que le permitan un financiamiento 2.0 en sintonía con la nueva era digital. Un sistema, por ejemplo, de gestión de factoring en línea que le permita no solo que sus facturas valgan más, sino también que pueda gestionar y recibir el pago por ellas en cuestión de minutos (y no días como el factoring tradicional), convirtiendo sus cuentas por cobrar en dinero al instante y obteniendo de esa forma el capital de trabajo que requiere.
La transformación digital está siendo ahora y de las decisiones que las pymes tomen hoy dependerá si sobreviven o no en el futuro. De hecho, The Economist dice que el 30% de las empresas perecerá en ese intento. Por lo tanto, es urgente hacer un esfuerzo consciente, real y comprometido para reinventarse, pues es la única forma de ser realmente competitivo. Esto, no solo pasa por tecnología de última generación, sino también por conocerla, saber usarla y poder acceder a ella de la mejor forma posible. En ese sentido, Chile aún tiene fuertes desafíos.