Opinión: Tendencias en Utilities: viviendo el futuro de los servicios
|¿Alguna vez ha notado cómo ha cambiado el sector de servicios los últimos años? No hace mucho tiempo, las empresas de este segmento eran sinónimo de “seguridad”, buenos dividendos, regularidad e incluso caja de ahorro en algunos mercados… y había pocas sorpresas para los inversionistas. Sin embargo, ya no es así. Los servicios, especialmente de energía, están pasando por una metamorfosis, respondiendo a cambios regulatorios, ambientales, fluctuaciones de precio y demanda, nuevos competidores y consumidores cada vez más conectados.
Por Mauricio Suga, Director Regional de Tecnología de Logicalis
Los cambios por los cuales pasa el sector de energía tienen distintas intensidades y dimensiones en cada mercado, pero los efectos son globales. En el 2016, estamos viviendo la 4ª revolución industrial, la 3ª ola de internet (Internet de las Cosas) y pasando a la 2ª generación de las redes de energía: las redes inteligentes. Esta transformación del sector de energía hacia modelos que integran tecnologías digitales en toda su cadena de valor le da más poder al consumidor actual. Es la “Era del Cliente” que da las cartas del futuro de los servicios.
Las novedades son recientes, pero ya podemos ver tendencias maduras en varios mercados.
Portabilidad de la cuenta de energía
¿Competidores? Pero, ¿no es un mercado casi monopolista? En muchos lugares, la energía todavía es una concesión con división geográfica protegida. Será así durante algunos años, pero en algunos lugares ya ha cambiado bastante. En Portugal, España, Reino Unido y muchos estados norteamericanos, el consumidor puede elegir su proveedor de energía residencial, al igual que se hace con operadores de telefonía. Es la portabilidad de la cuenta de energía.
Era del Cliente en la energía
El consumidor tiene cada vez más opciones a su disposición para atender su propia necesidad de energía. Generación solar, cogeneración y aplicaciones de gestión de consumo se suman a la disponibilidad de tecnologías digitales por precios cada vez más asequibles. El nuevo consumidor demanda más calidad y más información para su propio uso de energía eléctrica. La fuente de energía también hace diferencia, y las renovables van ganando fuerza de a poco.
La generación distribuida es una de estas fuerzas cuyas consecuencias se multiplican exponencialmente a medida que los consumidores (y también los productores) de distintos tamaños empiezan a probar nuevos tipos de energía. Incluso ha aparecido un nuevo término para este tipo de cliente, que sería el “Prosumer” (del inglés Producer + Consumer).
Negocios digitales
“Internet de las Cosas” trae nuevas aplicaciones de tecnología que impactan directamente la vida de las personas, especialmente en términos de auto-gestión del consumo de energía.
Imagínese cuando la mayoría de los aparatos tenga estas posibilidades. ¿Qué va a pasar con el consumo eléctrico del distribuidor y con sus previsiones históricas? Esto muestra las incertidumbres de este mercado: aunque no hay actualizaciones regulatorias más ágiles, las nuevas aplicaciones enfocadas en el cliente muestran su poder de impacto sobre los ingresos de los proveedores de energía.
Redes más inteligentes
Los proyectos de redes inteligentes (Smart Grids) se propagaron por todos los mercados. Inicialmente, estaban enfocados en la medición del consumo de energía, pero el desarrollo de las redes eléctricas es una condición indispensable para las iniciativas de digitalización mencionadas anteriormente.
Las redes inteligentes llegaron en el contexto de integrar información de comportamiento de los clientes con las redes de energía para dar soporte a tomas de decisiones que ayuden a ambos lados – utilities y consumidores.
En toda esta turbulencia, el valor de mercado de los servicios no se puede medir solamente por el análisis financiero. Se debe evaluar según la reputación de las empresas, su posicionamiento estratégico, su planificación con relación a fuentes de energía renovables y su visión de futuro. Son organizaciones que están las 24 horas del día bajo la mirada de reguladores y de ciudadanos comunes. Esto también pasa porque el cliente depende cada vez más de la energía eléctrica. Y esta responsabilidad es del sector de servicios.