Opinión: Estrategia Digital: Un Imperativo de Negocios y de TI

Para las pequeñas y medianas empresas no es fácil acceder rápidamente a créditos o financiamientos. Por eso, el factoring surge como una respuesta concreta y oportuna para enfrentar esa problemática, al convertir una factura en un activo.

Por Diego González, gerente general de Defontana

Es muy frecuente que las pymes tengan facturas por cobrar hasta en 90 días y lo que permite el factoring es adelantar ese pago, por lo cual se ha convertido en una herramienta muy utilizada por este sector. Primero por su rapidez, pues se demora menos que esperar el pago de la factura, a pesar de que es un proceso un tanto complejo; luego porque entrega liquidez inmediata y, además, porque es una alternativa de financiamiento que está normada.

Ahora bien, dichas ventajas pueden multiplicarse si el proceso de factoring se encuentra integrado a un software de gestión empresarial en línea. De esa manera, el proceso  se protocoliza y la empresa puede acceder a diferentes instituciones financieras de manera simultánea que competirán por entregar la mejor oferta para tus facturas. Así, es posible que la pyme no solo haga que sus facturas valgan más, sino también que pueda gestionar y recibir el pago por ellas en cuestión de minutos (y no días como el factoring tradicional), convirtiendo sus cuentas por cobrar en dinero al instante y obteniendo de esa forma el capital de trabajo que requiere.

Un sistema como ese, además, puede permitir gestionar el proceso de factoring en línea y acceder a nuevas y competitivas formas de financiamiento, optando por la oferta que más se acomode y disminuyendo las tasas del cobro por el fatoring, optimizando aún más el proceso.

Asimismo, posibilita una contabilización automática, generando asientos contables luego de realizar cada operación de factoring;  una cesión automática, pues al momento de aceptar la oferta, la cesión de todas la facturas cotizadas se puede hacer en un clic; y una cartola en línea que asegura un control de facturas vigentes, morosas, cobros de mora y excedentes. Todo online. Sin duda, las pymes necesitan del factoring, pero mejor aún si es así de rápido y eficiente.