Opinión: Calidad como factor de ahorro
|Las mejores prácticas aplicadas en un desarrollo de calidad, sin duda, pueden reducir los riesgos de error a su más mínima expresión. Aunque es poco probable asegurar un sistema 100% perfecto, la calidad puede ser un muy importante factor no solo de satisfacción para los usuarios del sistema, sino también de ahorro.
Por Francisco Valdés, gerente de Calidad de Tecnova
Cuando se plantea la necesidad de desarrollar software con calidad, es necesario incluir las mejores prácticas en control y también en aseguramiento, es decir, QC&QA, durante todo el ciclo de vida del proyecto de software, considerando tanto la prevención y corrección de defectos, como la evaluación de los productos y los procesos. De esta manera no solo se obtendrán sistemas con un mínimo de defectos, sino también se podrá obtener un importante ahorro.
Efectivamente, las horas/hombre pueden reducirse dramáticamente si un error se corrige a tiempo, durante el desarrollo, y no al estar el sistema entregado y en uso. Mientras más temprano se consiga descubrir algún problema, mejor, pues si ese problema traspasa la siguiente etapa, crece exponencialmente el costo. Más aún, puede darse el escenario de tener que rehacer por completo un sistema con todos los costos que ello implica, en términos de trabajo, tiempo y recursos, no solo del software en cuestión, sino también de lo que implica a la organización no contar a tiempo con el sistema que requiere. Por ejemplo, si en la etapa de pruebas de un desarrollo invirtiéramos 10x de horas/hombres (HH), en etapas tardías como operaciones podrían elevarse hasta los 200x HH (Barry Boem 1981).
No tiene ningún sentido cumplir con los plazos establecidos o acordados, si no hay calidad, pues mientras más fallas aparezcan, más quejas se tendrán y, en definitiva, más caro será. Por ello, es vital que a la hora de buscar un desarrollador, éste tenga las certificaciones, acreditaciones y expertise adecuadas en cuanto a garantizar no solo un software, sino una usabilidad de éste de calidad. Esto es que no solo se preocupe de la funcionalidad del sistema, sino de otras aristas como los atributos no funcionales, es decir, que el sistema sea intuitivo, robusto, con tiempos de espera y performance esperados, entre otras.
En Chile, aún estamos en deuda en este tema, pues todavía el criterio que prima ante un proyecto de desarrollo es el precio y el principal criterio debiera ser el de calidad, pues ese es el mayor factor de ahorro a largo plazo, por ende, el más importante.