Opinión: Inclusión Tecnológica para un mejor desarrollo del país
|La inclusión tecnológica es un factor fundamental para el desarrollo de cualquier nación, y son muchos los beneficios que permite, tales como aumento de la productividad laboral y mayor cobertura y equidad en los servicios. Nadie debe quedar fuera de este esfuerzo, y es particularmente importante que la educación de nuestros niños considere este aspecto, fundamental para futuros ciudadanos del siglo 21.
Por Germán Sáenz, Gerente Senior de Ciudadanía Corporativa y Asuntos Públicos de Samsung Electronics Chile
Un primer paso es la disponibilidad de bienes y servicios tecnológicos, y en este aspecto hemos avanzado mucho. Las cifras de SUBTEL nos muestran que, en Chile, hay más de 23 millones de teléfonos celulares, y que 74 de cada 100 habitantes tienen acceso a Internet, la mayoría desde equipos móviles. Destacan también los programas que el gobierno ha impulsado para equipar con PCs y tablets a escuelas y alumnos a lo largo del país.
La tecnología puede ser un importante aliado de los procesos educativos, tanto en las aulas como en el día a día. Sin embargo, esto no pasa sólo por la disponibilidad, sino que depende fundamentalmente de poder generar en los jóvenes los conocimientos, destrezas y capacidades para interactuar con la tecnología, convirtiéndola así en una efectiva herramienta al servicio de su educación y desarrollo.
Se habla de que las nuevas generaciones son “nativas digitales”, y si bien saben manejar los nuevos dispositivos, lo cierto es que los ocupan principalmente para el ocio: juegos y música. Se hace necesario enseñarles a sacar mayor partido a la tecnología.
En esta línea, muchas organizaciones ya estamos trabajando para una mejor incorporación de la tecnología en la educación. Proyectos tecnológicos como nuestras salas interactivas Smart School buscan entregar herramientas avanzadas a establecimientos educacionales para mejorar el proceso de aprendizaje. De esta forma, se da paso a una enseñanza más participativa, por medio de tablets y pantallas táctiles.
Por otro lado, capacitar a los jóvenes talentos chilenos es una tarea que ya se está llevando a cabo por medio de iniciativas como “La hora del Código”, campaña mundial que promueve que los niños aprendan jugando y creando tecnología, y que ya está presente en más de 180 países siendo uno de los grandes pasos dados en materia de inclusión tecnológica y digital a nivel global. Chile no está ajeno a esto, y con programas como el Club de Apps de Samsung, estudiantes chilenos ya están aprendiendo a programar sus propias aplicaciones para dispositivos móviles.
Complementando el esfuerzo público y privado, y asegurando que junto con bienes y servicios se entrega también capacitación tecnológica, vamos en el camino correcto para asegurar una efectiva inclusión tecnológica.