Claves para escoger un corredor de propiedades y no caer en errores

Los expertos aseguran que debido a una mala decisión los clientes pueden verse enfrentados además de trámites mal hechos, servicios deficientes,  pérdida de tiempo y dinero, entre otros.

Cerca de 10.800 personas y empresas están inscritas como corredoras de propiedades en  el Servicio de Impuestos Internos pero sólo 940 pertenecen a una entidad gremial, según los datos la  de la Asociación de Corredores de Propiedades, Acop. Ante esta oferta tan nutrida, es aconsejable preguntarse cómo elegir el corredor adecuado para comprar o vender una propiedad sin que ese proceso se transforme en un dolor de cabeza.

“La tarea de buscar el profesional adecuado se hace necesaria ante el hecho de que cada  año se inician más de 15 mil juicios por problemas con arrendatarios o con corredores de propiedades  informales que operan sin ninguna regulación en el mercado. Esas cifras reflejan que muchos ejercen la profesión de corredor de manera independiente y algunos de ellos funcionan sin oficinas comerciales ni con el necesario personal calificado”, precisa Rodrigo Ortega, Gerente de Administración Fuenzalida  Propiedades.

Puntos de atención

Uno de los primeros consejos que dan los expertos es acordar la venta de un inmueble a una firma con trayectoria en el mercado y mucho respaldo. “Con una empresa de esas características es difícil quedar decepcionado. Con un corredor informal, en cambio,  se está expuesto a muchos riesgos, los que van desde apropiaciones indebidas hasta trámites mal hechos”,  explica el gerente de Administración de Fuenzalida Propiedades.

El experto hace notar que una firma sólida y con experiencia no sólo conoce todos los aspectos y posibles problemas que pueden surgir en una transacción de propiedades sino que también protege a sus clientes y  a sus respectivos patrimonios.

Otro aspecto a considerar es que la empresa seleccionada tenga un buen servicio de postventa. Lo esperable es,  que una vez que se venda la propiedad, la corredora realice los trámites tanto bancarios como los del Conservador de Bienes Raíces y que haga un buen resguardo del dinero del vendedor.

Tener en cuenta que las corredoras  informales, aunque suelen cobrar una menor comisión, tienen más posibilidades de realizar mal los trámites. “El costo de una diligencia mal hecha resulta más cara  que las comisiones de las  corredoras de prestigio”, puntualiza Ortega.

Un paso aconsejable antes de tomar una decisión es averiguar los antecedentes de todas las alternativas que se barajan. Un buen sitio para ello es Reclamos.cl

Otro aspecto deseable es que la corredora esté asociada a una entidad gremial, elemento que entrega aún más seriedad.

Es mejor preferir una empresa grande porque al contar con más personal y recursos hay más posibilidades de reducir el periodo de tiempo en que la propiedad esté a la venta. “Con un corredor pequeño esa etapa puede ser más larga”, destaca.

También es necesario que la ubicación  del corredor sea cercana a la propiedad que se va a transar. De esa manera el proceso será más expedito.

Ortega sugiere asegurarse que los ejecutivos de la corredora elegida sean  capaces de manejarse con todos los detalles del negocio y que mantengan  informados a los clientes de cada etapa de la operación.

Los expertos recomiendan quedarse con un solo corredor para vender un inmueble. De lo contrario, se generaría desorden entre todas las partes. Con uno solo además, habría más coordinación para mostrar la propiedad y por ende, menos incomodidad para el dueño y/o las personas que la ocupan.