Opinión: Mujeres y TI: una tarea pendiente
|Las mujeres poco a poco se han transformado en agentes creadores de valor en sus diversos roles de negocio, posicionándose de forma exitosa como una fuerza relevante en diversas industrias. Sin embargo, esto aún es un tema pendiente en el mundo TI, donde el género femenino representa solo el 25% de la fuerza laboral a nivel mundial.
Por Ezequiel Picardo, Country Manager de Red Hat Chile
Según datos entregados por la ACTI en 2016, en Chile solo el 5% de los profesionales de la industria TI son mujeres. Un índice relevante si consideramos que, solo en nuestro país, hay un déficit estimado de seis mil profesionales y técnicos. Sumar más mujeres en este sector para aprovechar sus capacidades y disminuir la enorme brecha de capital humano que aún persiste, se ha transformado en una tarea en la que todos los actores de la industria -públicos y privados- debemos participar.
Una mayor participación del género femenino en este sector no solo destacaría por las habilidades que tienen las mujeres para realizar múltiples tareas de manera simultánea, sino que también porque crearía ambientes de trabajo más heterogéneos y dinámicos. Esto es fundamental en una industria que está en constante crecimiento y que busca ideas nuevas, visionarias e innovadoras. No hay sector hoy en día que no tenga su futuro anclado al desarrollo tecnológico.
En ese sentido, en Red Hat hemos desarrollado acciones para fomentar no solo el aumento de las mujeres en las TI, sino que también para potenciar sus habilidades. Prueba de ello son los premios “Woman in Open Source”, galardón que reconoce las contribuciones que las mujeres que contribuyen al desarrollo de la tecnología de código abierto y que buscan inspirar a una nueva generación de mujeres para que se unan a proyectos de innovación colaborativa.
La industria TI crece velozmente y se ha transformado en un sector lleno de oportunidades a corto y largo plazo. Fomentar el desarrollo de las mujeres en el sector permitirá generar mayor empleabilidad, palear el déficit de profesionales y técnicos que existe en nuestro país y, sobre todo, disminuir la brecha de género, algo que sigue presente en Chile.